Un día mundial que nació con olvidos

Hernán Álvarez

Hoy se celebra en el mundo el Día de la Libertad de Prensa. La complicidad de las grandes agencias de noticias internacionales en los golpes de Estado en América Latina y en guerras y genocidios, como en Afganistán e Irak. Pese a ello, los gobiernos latinoamericanos tildados de populistas son hoy estigmatizados como amenazas.

Hoy es el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Casi nadie se acuerda y ese “olvido” no es casual. Para nada casual en las Redacciones. En 1993, la ONU impuso el 3 de mayo como fecha de celebración para reclamar por una prensa “libre e independiente” en África ¿Dónde no había libertad de prensa? En África. ¿Dónde no hay ahora libertad de prensa? En los países de esta América Latina con gobiernos populistas que han ganado elecciones democráticas y que ponen en jaque a algunas pretensiones de los reinados.
Lo que nunca hizo la ONU para reclamar libertad de prensa fue pedirle a las agencias norteamericanas The Associated Press y United Press International (esta última ya fenecida) que dejen de mentir y atacar a la prensa que luchaba, a sangre y plomo, por la libertad de los países oprimidos de esta América de color y coraje. Tampoco, la ONU le exigió jamás a las cadenas CNN y BBC que cumplan el código universal de ética periodística: no inventar la noticia de las guerras de los “niños bien” contra “los malos” en un estudio de grabación.
Estas grandes cajas de reproducción de noticias construidas por Estados Unidos y Europa son grandes responsables de la legitimación universal de los golpes de Estado que se sucedieron en América Latina durante casi todo el siglo XX, cada vez que algún líder populista quería poner en jaque los reinados.
Reprodujeron la mentira en los 60, 70, 80 y 90, y lo siguen haciendo en el Bicentenario de estas naciones llenas de presidentes expropiadores que aplican algunas medidas para distribuir del capital. Ernesto Guevara fue, para The Associated Press y United Press International, un delincuente armado que resistía a la Alianza para el Progreso que Estados Unidos quería sostener, bajo el sometimiento del hambre, con Cuba, Bolivia y los demás los países de la comarca.
La ONU nunca debatió, por ejemplo, sobre el perverso papel de la agencia británica Reuters durante las sucesivas guerras de la OTAN contra el pueblo de Irak y de Libia y de Afganistán. Esta agencia se especializó en inventar imágenes en estudios de cine sobre la “solidaridad” de los marines ingleses y norteamericanos en esos genocidios. Y los iraquíes, afganos y libios fueron los tipos malos de la tierra, como lo son Chávez en Venezuela, Morales en Bolivia y Correa en Ecuador.
Con estos y otros “olvidos” nació el Día Mundial de la Libertad de Prensa, parido por un organismo gobernado por Estados Unidos y Europa.