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30.3.10

6, 7, 8… y van


José Luis Brés Palacio

La comunidad feisbuquera de Resistencia se dio cita ayer por la tarde (por el domingo 28) en la plaza España en el marco de una convocatoria en apoyo al programa 6, 7, 8 que se emite por la Televisión Pública. El calor húmedo y sofocante de una canícula resagada, el día de descanso o el simple holgar dominguero no fueron pretextos válidos para que cientos de resistencianos se dieran cita en la plaza España ayer por la tarde. El micrófono estuvo abierto para quien quisiera, tal como estaba sucediendo en convocatorias similares en otras ciudades del país.
Es que la convocatoria que surgiera por Facebook durante la semana sirvió para que, mate, bandera y carteles en mano, colmaran el anfiteatro de la plaza España.
“Estoy muy contenta porque no esperaba encontrarme con esto”, dijo Juana Lombardo, una empleada judicial que exhibía orgullosa un cartel con el logo del canal de noticias del grupo Clarín TN, sigla que en la pancarta se traducía como “Todo Negativo, Todo Negocios”.
En realidad, Juana no era la única sorprendida. A poco de hablar con conocidos y circunstantes, surgía el comentario de lo asombroso que resultaba que una convocatoria hecha, fundamentalmente, por Internet tuviera la convocatoria que tuvo.
Otro comentario generalizado fue que la presencia era en repudio al monopolio informativo del grupo Clarín y por cómo los intereses económicos de esa megaempresa se presentan a la sociedad como principios éticos de un periodismo que cuenta la verdad a la medida de su conveniencia.
Nunca más cierto el apotegma de Marshall McLuhan de que “el medio es el mensaje”. Y, este mensaje, de este medio, repugna desde lo periodístico porque ya es hoy burdo el intento constante de presentar la libertad (o impunidad) de empresa como única expresión de la libertad de prensa. Desde lo político porque, fundamentalmente desde el monopolio Clarín se pretende instalar el absurdo maniqueo de que el país está dividido entre kirchneristas y oposición. Es justamente este segundo aspecto el que quedó desmitificado ayer. Quienes estábamos ahí nos reconocíamos aunque más no fuera de vista. Eran las caras acostumbradas en marchas y manifestaciones de hasta hace un tiempo.
Es que entre kirchnerismo y oposición existe, mal que les pese al grupo Clarín y sus acólitos, un nutrido espectro de quienes pueden adherir a ciertas políticas del gobierno nacional sin dejar de señalar críticamente aquellas medidas con las que no acuerdan. Por ejemplo, cómo se comunicó la Resolución 125, que la oposición supo manejar con mejores pertrechos comunicativos que fundamentos políticos que trascendieran la mera defensa de intereses del sector que históricamente en nuestro país no sólo se quedó con lo mejor de la torta, sino que también la repartió siempre a piacere. Otra prueba más de la preponderancia que tienen los medios audiovisuales en el “humor” social.
Entre los aciertos K deben contabilizarse prolijamente la política de Derechos Humanos y la Ley de Medios Audiovisuales.
El avance en el juzgamiento de los genocidas de la última dictadura cívico-militar no tiene antecedentes en la historia latinoamericana. Ninguno de los países que fueron escenario del Plan Cóndor de la década de los 70 avanzó tanto y en tan buen sentido.
La Ley de Medios Audiovisuales resulta igualmente notable. Producto de una construcción colectiva de miles de participantes en los foros abiertos en todo el país, resulta un instrumento doblemente válido: porque echa por fin de la historia a la Ley de Medios de la dictadura y porque en su articulado, entre otros aciertos, se contemplan los últimos avances tecnológicos en comunicación que, más temprano que tarde, deberán a ser objeto de la observación de los Estados si no quieren quedarse al margen de los tiempos y de la realidad del siglo XXI.
Si en la oposición están Duhalde, Cobos y Carrió; y si en contra de este rejunte se alzan, entre otras, las voces de Hebe de Bonafini y Estela de Carlotto, no me caben dudas: “Yo también soy una mierda oficialista”. Porque prefiero errar con Abuelas y Madres que confundirme en acertar con los miserables… y sus socios.

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18.3.10

Argentina, esa mujer...

Por José Steinsleger, La Jornada. De uno en fondo, los liberales podrían dar una o varias vueltas a la línea ecuatorial. Algunos encandilan como el sol, otros transmiten su energía a millones de años-luz, y los más flotan a la deriva, en las nebulosas del cosmos social. Tesis: a mayor vuelo teórico orbital, menor posibilidad para aterrizar en la realidad real.
Veamos la coyuntura política argentina, donde el gobierno de Cristina Fernández ha impulsado varias medidas en beneficio de los sectores medios, jubilados, trabajadores y desocupados, a más de recuperar la soberanía política del Estado en las decisiones económicas. Se entiende, por tanto, la reacción de los poderes oligárquicos. ¿Y la de los sectores medios que junto con la izquierda autorreferencial les hacen coro?

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10.3.10

Los políticos del hielo

Por José Luis Brés Palacio, Datachaco. Confundido por un sueño, José Arcadio Buendía “pensó que en un futuro próximo podrían fabricarse bloques de hielo en gran escala, a partir de un material tan cotidiano como el agua, y construir con ellos las nuevas casas de la aldea. Macondo dejaría de ser un lugar ardiente, cuyas bisagras y aldabas se torcían de calor, para convertirse en una ciudad invernal.” (*)
Y la literatura es muchas veces como el sueño. Verosímil y falaz. En su contundencia nos confunde y creemos que es verdad lo que leemos como el sueño lo hace con el objeto soñado. Y otras, creemos encontrar en ambos (sueño y literatura) claves de interpretación de la realidad.
Repasando estas líneas de la saga de los Buendía, podemos encontrar quizás alguna punta para entender de qué y cómo la juegan los políticos argentinos hoy reunidos en esa tribu con ínfulas de cofradía llamada oposición.
Confundidos por la quimera del parto místico, el odio y el oportunismo político sirven, los de derecha y los de “izquierda”, al patrón sojero y sus aliados mediáticos que les ordenaron despedazar a quien se atrevió a cuestionar sus desmedidas riquezas. Y ahí va la jauría. Y ladran y muerden a destajo. Y no ahorran ni en acciones ni en adjetivaciones. Desde aquel “conchuda” cuyos ecos aún suenan desde aquellos piquetes camperos (caniche y cuatro por cuatro incluidos) hasta el actual “yegua”, eufemismo tan violento como inadecuado para referirse a la presidenta. Lo incomprensible es que estos mismos delincuentes verbales son los mismos que durante el menemato llenaban sus fauces con frases como: “Hay que respetar la investidura presidencial”.
Lo peor es que estos perros salvajes llevan de la barba a gran parte de nuestro pueblo, embrutecido por obra y gracia, entre otros, de las últimas degeneraciones de docentes y periodistas. La historia parece no tener prisa. Pero, tarde o temprano, juzga. Ya nos llegará el turno. Es sólo cuestión de tiempo.
Mientras tanto, los “contras” del siglo XXI siguen intentando convencernos de que es posible construir casas con hielo en Ushuaia y en Chaco con la misma ingeniería. Cretinos.
Pero, por debajo de los gélidos desvaríos, hay un pueblo ardiente. Sediento de la justicia social que aún se le debe.
¡Qué bien nos vendría retener en nuestras cabezas el final del episodio de Cien años de soledad que sirvió de pretexto para estas líneas! José Arcadio Buendía abandonó la quimera del hielo porque estaba ocupado en la educación de sus hijos.


(*) García Márquez, Gabriel. Cien años de soledad. Capítulo 2.

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9.3.10

Y Hillary se mandó igual

Por Diego Domínguez. Recién hoy, jueves 4 de marzo, releyendo más atentamente lo publicado en los “principales” medios nacionales, pude darme cuenta de que lo más importante en cuanto a cobertura de la gira por el Cono Sur de Hillary Clinton, la secretaria de Estado de EE.UU., fue que durante varios días se anunció que la ex primera dama yanqui iba a visitar todos los países de la zona menos Argentina.
Sin apuntar directamente a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner (bah, en algunos casos sí), Clarín, TN, la editorial Perfil y otros medios económicos devenidos en prensa pretendían aducir el motivo de la “no visita”.
Días después, cuando finalmente se dio la reunión, y en la mismísima Casa Rosada, esos medios ningunearon la visita de doña Clinton, cuando, días antes, la llegada de la esposa de Bill parecía ser de extrema relevancia para toda la región, y Argentina se quedaba afuera.
De todos modos, al dar la noticia, los medios mencionados lo hicieron con menos minutos de aire y espacio que el sorteo de la quiniela. Pero lo peor de la cuestión es que sólo hicieron hincapié en que estuvo pocas horas en Buenos Aires y que la visita se dio porque el hotel chileno adonde se dirigía Clinton tuvo un problema por el sismo que azotó a Chile por esas horas.
Todos mencionaron que la secretaria de Estado se ofreció a “mediar” con los fucking pirates por el tema de Malvinas. Sin embargo, Clinton dijo algunas cosas más que en los citados medios ni siquiera fueron enumerados. Por ejemplo, al tiempo que la UCR y sus aliados despotrican contra la medida K de hacer uso de las reservas del Banco Central, entre otras cosas para abonar deudas generadas por la propia UCR y sus aliados, la secretaria de Estado norteamericana resaltó el crecimiento del país y dijo mostrarse interesada por la política de inclusión social que lleva a cabo Argentina.
Además, Hillary elogió la marcha de la economía del país y se sorprendió de que la relación de la deuda externa con el producto bruto interno (PBI) fuera inferior a la de muchos países, incluso el propio Estados Unidos.
La noticia fue elevadamente ninguneada por Clarín Group y otros de la misma sintonía. En TN se podía ver a los “seudoperiodistas” hablar de sismos y cataclismos como si fueran geólogos, e incluso anunciar olas de “dos metros” (sí, dije “dos metros”) en Hawaii y otras zonas del mundo, como si olas de “dos metros” no hubiera otro días. Señores, en Chile se habla de oleajes de hasta 16 metros como consecuencia del sismo.
En fin, lo cierto es que esta gente “muy bien informada” hacía hincapié en algunas cuestiones y no en otras. Hillary se deshacía en elogios para el gobierno nacional y también se comprometía a “mediar” con Gran Bretaña por Malvinas.
La situación descripta es sólo un capullo del algodón en una industria textil, pero sirve para graficar la postura de algunos medios que, encubriendo, censuran.

MalvinasSobre el final, otra cosa respecto del tema Malvinas. Al tiempo que Hillary se ofrecía como mediadora, Argentina lograba en la Cumbre del Grupo Río -realizada en Cancún días antes- el apoyo de 32 países latinoamericanos para rechazar la decisión unilateral de Gran Bretaña de comenzar a explorar petróleo en las inmediaciones de las islas.
Sin embargo, cuando la hermandad florece en varios países, la oposición se manifiesta con una nueva estocada que en definitiva pone al descubierto sus verdaderos intereses. En las mismas horas de la Cumbre de Río, el titular de la bancada de diputados radicales, Oscar Aguad, manifestó que la Casa Rosada “no tiene una estrategia para encarar las relaciones exteriores”.
Pero el correligionario no se quedó con eso solo, sino que fue uno de los legisladores que durante la primera semana de febrero, en el momento de mayor tensión entre los gobiernos de Argentina y Gran Bretaña desde la Guerra de Malvinas, viajaron a Londres, aceptando una invitación del Departamento de Asuntos Exteriores del Reino Unido. Además del legislador de la UCR, integró la comitiva los diputados nacionales Adrián Pérez, de la Coalición Cívica; Paula Bertol, de PRO, y el miembro del PJ-Santa Fe Federal Walter Agosto, que responde al senador Carlos Reutemann. En fin, nada más para comentar.

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